Cuando llega el Otoño todo cambia de color, este Otoño no podría ser de otra manera. Nuestros niños experimentan con los colores, nos traen hojas que se han caido de los árboles y disfrutan cantando y aprendiendo los diferentes frutos típicos de estas fechas. Aprenden sus nombres, los conocen y los reconocen. Se convierten en pequeños artistas dispuestos a decorar y a crear.
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